El inventario es el motor de toda tienda, saber qué entra, qué sale y qué se está quedando quieto es clave para mantener las cuentas claras y no perder dinero sin darse cuenta. Sin embargo, en muchas tiendas de barrio por falta de tiempo, conocimiento o ayuda se cometen errores que terminan afectando el bolsillo del tendero.

Un gran error es no llevar registro de entradas y salidas. “Uno cree que se acuerda de todo, pero después no sabe si ya se vendió esa libra de arroz o si se lo llevó alguien fiado”, cuenta doña Martha ubicada en el barrio Alfonso López. Llevar el control solo “de memoria” es uno de los errores más frecuentes y aunque muchos aún usan el cuaderno, es recomendable hacer un registro básico de lo que entra y lo que se vende a diario.

Dejar que los productos nuevos se pongan al frente y los viejos se queden atrás hace que las fechas de vencimiento se pasen por alto y se termine perdiendo mercancía. Recuerda que lo primero que se surte es lo primero que se debe vender.

No compres sin revisar lo que ya hay en la tienda, algunos tenderos hacen pedidos a ojo o por impulso, sin revisar qué tanto stock tienen de verdad. El resultado de ese error puede llegar a ser exceso de productos que no se mueven, menos espacio y dinero amarrado en mercancía estancada. Antes de hacer el pedido, revisa qué se ha vendido más, qué se ha quedado y qué te están pidiendo los clientes.

Clasifica los productos, tener todo mezclado y sin orden por categoría puede hacer que no encuentres lo que buscas o que creas que ya no tienes algo que está por ahí escondido. Organizar por tipo de producto ayuda a tener control y agiliza la atención. Igualmente, muchos piensan que hacer inventario completo es solo para supermercados. Pero en una tienda de barrio también es necesario hacerlo al menos una vez al mes porque te permite detectar pérdidas, robos o errores en las cuentas.

Dedica un rato cada semana para revisar lo que tienes, usa un cuaderno o lo que más se te facilite para registrar compras y ventas, ordena los productos y rota según su fecha de vencimiento, no compres por impulso y revisa qué se está vendiendo antes de hacer el pedido y, por último, haz un inventario físico regular para evitar sorpresas. Llevar bien el inventario es una estrategia de supervivencia y crecimiento para cualquier tienda que asegura que tu negocio siga siendo fuerte y rentable.