En las tiendas de barrio no solo se venden productos, también se cuida la salud de quienes compran. Por eso, una de las responsabilidades más importantes que tiene un tendero es la adecuada manipulación de alimentos. Este no es un detalle menor, ya que un mal manejo puede provocar enfermedades tanto en los clientes como en quien atiende el negocio.

Lo primero es mantener una limpieza rigurosa, las superficies donde se exhiben alimentos deben estar limpias y desinfectadas a diario, especialmente si hay productos como granos, frutas, verduras o pan. Las manos del tendero también deben estar limpias, lavarlas frecuentemente con agua y jabón es esencial, sobre todo después de recibir dinero, ir al baño o manipular basura. Usar guantes o pinzas para servir alimentos es lo ideal.

Las fechas de vencimiento son otro punto clave. Revisa con frecuencia los empaques, rotula con marcador permanente los productos que se vencen pronto y acomódalos al frente para que salgan primero. No vendas productos vencidos ni en mal estado, además de afectar tu reputación, podrías poner en riesgo la salud de tus vecinos.

En cuanto a la conservación, asegúrate de que los productos estén almacenados en condiciones óptimas. Los refrigerados deben mantenerse en neveras limpias y con temperatura adecuada. Los alimentos secos deben estar lejos de la humedad y protegidos de insectos. No pongas alimentos cerca de productos de limpieza ya que pueden contaminarse por contacto o por el olor.

Recordar estos consejos no solo ayuda a mantener una tienda segura y confiable, también refuerza la relación de confianza con los clientes. Cuando ellos saben que compran en un lugar limpio y responsable, regresan con más tranquilidad. Cuidar la salud también es parte del servicio a la comunidad.