Calcular el precio justo de venta para no perder dinero
Uno de los errores más comunes entre los tenderos de barrio es fijar los precios “a ojo”, guiándose por lo que cobran otros o por lo que les parece justo, sin tener en cuenta todos los costos que implica traer y vender un producto. Esto puede hacer que, sin darse cuenta, vendan con muy poca ganancia o incluso con pérdidas. Por eso, calcular el precio de forma correcta es clave para mantener una tienda rentable.
El primer paso es tener claro el costo total del producto. Eso no solo incluye el valor que pagaste al proveedor, sino también otros gastos asociados como el transporte, servicios públicos y tiempo de reposición. Por ejemplo, si compras una caja de gaseosas en $40.000, y gastas $5.000 en transporte para varios productos, calcula cuánto corresponde a las gaseosas y súmalo. Si además usas energía para mantener el producto frío o tiempo para ir por más cuando se acaban, eso también forma parte del costo.
Una fórmula sencilla para fijar precios es: Precio de venta = (Costo total del producto) + (Margen de ganancia deseado). El margen puede ser del 20% al 30%, según el tipo de producto. Por ejemplo, si el costo total de un paquete de galletas es de $800, puedes aplicar un 25% de ganancia, lo que te da un precio de venta de $1.000. Así aseguras que cada unidad vendida te deje una ganancia real y no solo un flujo de caja.
Llevar un cuaderno, usar la calculadora o el celular puede ayudarte a no perder de vista los números. Fijar el precio justo no solo es un tema de contabilidad, es una herramienta de sostenibilidad para tu negocio. Saber cuánto cuesta realmente lo que vendes y qué porcentaje te deja es el primer paso para crecer con inteligencia y proteger tu esfuerzo diario.



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