Hacer inventario es una tarea clave para cualquier tendero, esta actividad permite saber qué productos se están vendiendo más, cuáles están a punto de vencerse, qué hace falta reponer y en qué se está perdiendo dinero. Sin embargo, muchos lo dejan de lado porque creen que para hacerlo hay que cerrar el negocio o dejar de atender, lo que genera temor a perder ventas. La buena noticia es que sí se puede hacer sin parar el tráfico normal de la tienda

La clave está en la planificación, no es necesario contar todo en un solo día. Puedes dividir el inventario por secciones o categorías (lácteos, granos, aseo, dulces, gaseosas, etc.) e ir revisando cada grupo en distintos momentos del día o de la semana. Por ejemplo, muchos tenderos aprovechan las primeras horas de la mañana, antes de que lleguen los clientes, o en los ratos de menor movimiento para avanzar con el conteo.

Otra estrategia útil es apoyarse en herramientas simples como una libreta, una plantilla impresa o una aplicación gratuita en el celular. Lo importante es registrar todos los productos que se tienen, esto te ayudará a tomar decisiones inteligentes sobre qué volver a pedir, qué poner en oferta y qué evitar comprar en exceso.

En Neiva, doña Milena, del barrio Galindo, cuenta que antes no hacía inventario porque pensaba que tenía que cerrar. “Ahora lo hago por partes, mientras despacho saco un rato para revisar los lácteos, otro día otras cosas y así voy anotando todo y no tengo que cerrar la tienda ni perder clientes”, explica. Hacer inventario sin frenar la tienda es posible si se convierte en una rutina organizada y no en una carga que se acumula.