Desde la implementación de los impuestos saludables en Colombia, las tiendas de barrio han experimentado una notable disminución en sus ventas. Estos gravámenes, que buscan un avance hacia la promoción de hábitos alimenticios más saludables y la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta disminuyendo el consumo de productos con altos contenidos de azúcar, sodio y grasas saturadas han generado preocupaciones entre los tenderos, quienes ven afectada su principal fuente de ingresos.  

Según datos de la firma consultora Dichter & Neira, las bebidas carbonatadas han sido las más impactadas, con un 57% de los tenderos reportando una disminución en sus ventas. Les siguen las papas en paquete y otros snacks (53%), dulces y chocolates (39%) y embutidos como salchichas y chorizos (33%).

La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) estima que las tiendas de barrio han perdido entre un 10% y un 15% de sus ventas debido a estos impuestos. Además, cerca del 70% de los productos que venden en dichas tiendas se han visto perjudicados, lo que ha llevado a muchos comerciantes a considerar el cierre de sus negocios.  

Javier Galindo, representante de la Federación Colombiana de Tenderos y Pequeños Comercios, expresa su preocupación por el impacto negativo que este impuesto está teniendo en su sector. Según Galindo, la inestabilidad en los precios está alejando a los clientes y poniendo en riesgo la viabilidad de muchos pequeños negocios, que ya luchan por mantenerse a flote en un contexto económico desafiante.

Impacto económico y perspectivas

El impuesto a los alimentos ultraprocesados ha alcanzado un 20% en 2025, lo que ha disparado los precios de productos como golosinas, que crecieron un 53,48% en su precio al consumidor final. Este aumento ha erosionado directamente los ingresos de los hogares de menores ingresos y las finanzas de los tenderos de barrio.  

Además, se estima que hasta el 25% de las tiendas de barrio podrían desaparecer debido a los altos impuestos y la creciente competencia de grandes cadenas de supermercados.

Frente a esta situación, es fundamental que los tenderos exploren estrategias para adaptarse, como diversificar su oferta de productos, buscar alianzas con proveedores locales y participar en programas de capacitación empresarial. Asimismo, es importante que las autoridades consideren el impacto de estas medidas en la economía popular y busquen soluciones que equilibren la salud pública con la sostenibilidad de los pequeños comercios.