Las abuelas siempre han confiado en los remedios naturales para cuidar el hogar y uno de los más eficaces contra los molestos zancudos es el repelente con clavos de olor. Este remedio casero, además de ser económico, tiene un aroma agradable y es seguro para toda la familia.

Para prepararlo, se necesitan 10 clavos de olor, medio vaso de alcohol (puede ser antiséptico o alcohol etílico) y una cucharadita de esencia de vainilla. Los clavos se deben dejar en remojo en el alcohol durante al menos 4 horas, aunque muchas personas prefieren dejarlo toda la noche para potenciar el efecto.

Una vez pasado ese tiempo, se cuela el líquido y se le añade la esencia de vainilla. Esta mezcla se guarda en un frasco con atomizador y está lista para aplicarse en brazos, piernas o ropa, especialmente al atardecer, cuando los zancudos suelen atacar con más fuerza.

Este repelente natural no solo aleja a los insectos, sino que también evita exponer la piel a productos industriales fuertes. Además, puede ser utilizado en niños pequeños y adultos mayores sin preocupación, siempre que no haya alergias a alguno de sus componentes.  Preparar y acudir a este tipo de herramientas caseras no solo es una forma de proteger a la familia, sino también de mantener vivas las enseñanzas tradicionales que perduran con sabiduría y sencillez.