El celular se ha convertido en una herramienta diaria para muchos tenderos, sirve para llevar cuentas, hacer pedidos, responder mensajes de clientes o proveedores e incluso para entretenerse durante las horas de poca actividad. Sin embargo, el uso excesivo de pantallas entre jornadas está generando un nuevo problema en el día a día, el desgaste físico y la desconexión con los propios clientes.

Permanecer mucho tiempo mirando el celular puede afectar la visión, causar fatiga ocular y generar dolor de cabeza. Además, al mantener una postura encorvada o inmóvil por largos ratos, se presentan dolores en la espalda, el cuello y las muñecas. Esto sin contar que, en ocasiones, los tenderos se distraen tanto que no notan cuando un cliente entra afectando la atención y las ventas.

Para prevenir estos efectos, es clave establecer límites en el uso del celular durante la jornada laboral. Usarlo solo para lo necesario y no como distracción constante ayuda a mantener la concentración en el negocio. También es importante hacer pausas activas como pequeños ejercicios de estiramiento cada dos o tres horas que ayudan a relajar la espalda, mover las piernas y descansar los ojos cerrándolos un momento o mirando a lo lejos para variar el enfoque.

Otra recomendación útil es elevar el celular a la altura de los ojos en lugar de inclinar constantemente la cabeza hacia abajo y regular el brillo de la pantalla para que no canse la vista. Además, se puede colocar una alarma como recordatorio para levantarse, moverse un poco o simplemente soltar el dispositivo por unos minutos.

La tienda es un espacio de atención y servicio, por eso no debe convertirse en un lugar donde la pantalla aleje a los tenderos de su comunidad. Cuidar la salud física y mantener la atención plena en lo que ocurre alrededor no solo mejora el bienestar personal, también es una forma de mostrar respeto y compromiso con los clientes.