Las tiendas de barrio son un pilar de las comunidades en Colombia por el papel económico que desempeñan. Sin embargo, muchas veces los tenderos cometen errores que reducen significativamente sus ganancias. Identificar estos tropiezos y corregirlos puede marcar la diferencia y dejar ver un negocio uno próspero.

Uno de los errores más frecuentes es no llevar un control adecuado del inventario. Cuando no se tiene claro qué productos están en bodega, cuáles se venden más o cuáles se vencen, es fácil caer en el sobreabastecimiento o, por el contrario, en la falta de stock de artículos de alta rotación. La solución pasa por implementar rutinas simples de conteo y registro, incluso con cuadernos o aplicaciones gratuitas que permiten tener claridad sobre las entradas y salidas.

Otra falla común es no registrar todos los gastos e ingresos. Muchos tenderos confían en su memoria o hacen cuentas “a ojo”, lo que a largo plazo puede traer desequilibrios financieros. Fiar en exceso o sin criterios claros también impacta directamente las utilidades. Aunque el fiado hace parte de la dinámica social de las tiendas de barrio, no establecer límites o no hacer seguimiento puede llevar a la acumulación de deudas incobrables.

Descuidar la presentación del punto de venta también afecta las ventas. Una tienda desordenada, con productos vencidos o con poca iluminación genera desconfianza en los clientes. Un espacio limpio, bien surtido y organizado no solo invita a comprar, sino que ayuda al tendero a tener más control sobre lo que ofrece.

Por último, resistirse a aprender cosas nuevas o adaptarse a los cambios del mercado puede frenar el crecimiento. Capacitarse en temas de finanzas, atención al cliente o uso de tecnología puede abrir nuevas oportunidades. Incluso pequeñas acciones, como usar una calculadora para evitar errores o implementar un datáfono, mejoran la eficiencia y aumentan las posibilidades de venta.

Evitar estos errores no requiere grandes inversiones, sino atención, constancia y disposición para mejorar. Las tiendas de barrio tienen todo el potencial para seguir siendo negocios exitosos, si se gestionan con cuidado y visión.