La presidenta de la Junta de Acción Comunal de la Comuna 4, Dora Lilia Rodríguez, expresó su profunda preocupación por la creciente inseguridad en sectores como El Altico, donde la presencia de gastrobares, el consumo de estupefacientes y la falta de control institucional han deteriorado la calidad de vida de sus habitantes.

“El barrio El Altico se está transformando en una zona exclusivamente comercial. Muchos residentes han evacuado por el ruido, la inseguridad y el descontrol con los establecimientos nocturnos que se camuflan como restaurantes”, denunció Rodríguez.

Un barrio que se vacía y se vuelve vulnerable

Según la líder comunal, El Altico está perdiendo su carácter habitacional. Aunque en la zona operan colegios, EPS, IPS y establecimientos comerciales diurnos, los bares nocturnos se toman las calles a partir de la tarde, generando entornos peligrosos, especialmente para las familias que aún residen allí.

A pesar de las promesas de la Secretaría de Gobierno y el compromiso de instalar cámaras de seguridad, a la fecha no se han visto acciones concretas. La rotación constante del personal del CAI también dificulta la relación entre la comunidad y los cuerpos de seguridad.

“Cuando llamamos, los patrulleros dicen que están solos y deben esperar refuerzos de la Circunvalar. Nos sentimos abandonados”, afirmó.

Frentes de seguridad ciudadanos: una luz en medio del abandono

Frente a la inacción institucional, algunos habitantes han optado por organizarse. Varias cuadras del sector han conformado frentes de seguridad vecinales: han instalado cámaras y alarmas comunitarias, y un grupo de pensionados voluntarios vigilan permanentemente los movimientos sospechosos en las calles.

“Este modelo nos ha permitido reconocernos como vecinos, recuperar ese sentido de comunidad que se había perdido. Pero necesitamos apoyo para extenderlo a todo el barrio”, explicó la presidenta.

La problemática no es exclusiva de El Altico

Como presidenta de Asojuntas de la Comuna 4, Dora Lilia advierte que la situación de inseguridad afecta a todos los barrios del centro de Neiva. Menciona sectores como Los Mártires, Diego de Ospina y San José, y denuncia con firmeza lo que ocurre en el parque Santander y la plazoleta cívica, zonas donde la venta y el consumo de drogas, la prostitución y los robos son el pan de cada día.

“Uno entra al Éxito del centro y está lleno de estafadores jugando a la bolita. Se roba descaradamente al ciudadano y nadie actúa, ni siquiera la Policía”, enfatizó.

Un llamado urgente a las autoridades

La lideresa comunitaria hizo un enérgico llamado a la administración municipal y a las autoridades competentes para intervenir de manera inmediata. Solicita acciones reales y sostenidas por parte de la Policía Metropolitana, Secretaría de Gobierno, y otros entes relacionados, que permitan frenar la inseguridad, recuperar el control del espacio público y mejorar las condiciones de vida en la Comuna 4.

“La comuna 4 es el centro de la ciudad, pero parece olvidada. No podemos seguir esperando mientras nos desmoronamos como comunidad”, concluyó.