Evita accidentes en tu tienda con señales y organización
Una tienda puede parecer un espacio tranquilo, pero basta una caída por un piso mojado, una caja mal ubicada o un cable suelto para convertir una jornada normal en un problema y no se trata solo de prevenir demandas o sanciones, sino de cuidar de quienes mantienen vivo el negocio, los tenderos, sus familias y los clientes del día a día.
A diario, se presentan accidentes que podrían evitarse con acciones simples pero efectivas, un resbalón mientras se organiza la nevera, una quemadura con el calentador del tinto o una caída por cajas mal organizadas. “A mí una vez se me cayó una botella de vidrio y casi le da en la cabeza a un niño”, cuenta Don Luis, tendero del barrio Las Palmas. “Desde ese día empecé a no dejar que los niños entraran a sacar las bebidas”.
Un espacio bien organizado no solo mejora la imagen de la tienda, también previene accidentes. Mantener los pasillos despejados, colocar los productos pesados en zonas bajas y evitar acumular cajas o mercancía cerca de puertas y salidas son reglas básicas. Además, si se cuenta con zonas húmedas como donde se vende hielo, cerveza o productos fríos, es clave tener algo para secar constantemente. “Yo le coloco un tapete debajo de las vitrinas de las bebidas frías, así no se forma ese charco que me hacía resbalar a cada rato”, añade Don Luis.
Señalizaciones
No es necesario tener señalización como un supermercado, pero sí es útil poner avisos caseros o impresos en puntos clave. Un letrero que diga “Piso mojado”, “No fumar” o “Cuidado con el escalón” puede marcar la diferencia. También es recomendable identificar la ubicación del extintor, en el caso de tener, se debe tener acceso fácil al botiquín y marcar las zonas donde haya riesgo eléctrico. “Yo marqué los enchufes de alto voltaje con cinta roja. No cuesta nada y uno se evita sustos”, dice Jhoan, que lleva más de 6 años con su tienda.
Evitar accidentes no es solo una obligación, también es una forma de fidelizar clientes. Nadie quiere volver a un sitio donde se cayó, se golpeó o tuvo una mala experiencia. Por eso, invertir tiempo en ordenar, señalizar y revisar regularmente el estado de la tienda puede ser una decisión que ahorra dolores de cabeza.
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