En Neiva, como en muchas ciudades del país, las tiendas de barrio siguen siendo espacios fundamentales para la vida cotidiana. Sin embargo, los tiempos han cambiado y los tenderos ya no compiten solo entre sí, sino también con grandes cadenas, domicilios por aplicación y hasta con ventas informales desde las casas. Por eso, fidelizar a los clientes es más importante que nunca y se puede hacer con estrategias sencillas que no implican gastar dinero.

Una primera clave es el buen trato, parece obvio, pero en la práctica marca la diferencia. Saludar por el nombre, preguntar cómo va el día o recordar que cierto cliente siempre lleva pan y leche, son gestos pequeños que generan confianza. Los tenderos que más venden en los barrios no siempre son los más baratos, sino los que logran que su tienda se sienta como parte del hogar.

Otro truco que funciona bien es premiar la fidelidad de forma práctica. Por ejemplo, cada diez compras, puedes obsequiar un dulce, no se trata de grandes premios, sino de demostrar al cliente que se valora su constancia. El “fiado responsable” sigue siendo otra forma de fidelizar. En muchos barrios de Neiva, los tenderos aún llevan sus cuadernos donde anotan con confianza. Aunque algunos prefieren evitarlo, muchos clientes valoran poder llevar algo cuando se quedan sin efectivo. La clave está en conocer bien a quién se le fía, tener reglas claras y llevar el control.

Finalmente, no subestimes el poder del WhatsApp. Puedes crear una lista con tus mejores clientes y enviarles mensajes cortos, por ejemplo: “Hoy llegó arroz a buen precio”, o “Tenemos las verduras más frescas”. No necesitas estar todo el día escribiendo, basta con uno o dos mensajes a la semana para que los vecinos piensen primero en tu tienda cuando necesiten algo.

Fidelizar no significa regalar o perder dinero, se trata de construir relaciones, de hacer sentir al cliente que en tu tienda no es una más, ten por seguro que eso en un negocio de barrio, es la mejor forma de garantizar ventas constantes y clientes fieles.