¿Y si el cliente se queja? Atender reclamos de forma respetuosa y efectiva en tu tienda

En una tienda de barrio, la cercanía con la comunidad es una de sus mayores fortalezas, pero también puede convertirse en un reto cuando se presentan quejas o reclamos. A veces, los clientes llegan molestos, insatisfechos o con una actitud poco amigable. Saber cómo responder en esos momentos puede marcar la diferencia entre perder un cliente o fortalecer su confianza.

Lo primero y más importante es escuchar con atención y sin interrumpir. Deja que la persona se exprese, incluso si su tono no es el más amable, mostrar una actitud abierta y calmada ayuda a bajar la tensión. Recuerda que no siempre buscan una solución inmediata, muchas veces solo necesitan sentirse escuchados y tomados en serio.

Una vez el cliente ha expuesto su queja, agradece por tomarse el tiempo de hablar contigo, esto puede ayudar a cambiar el tono de la conversación. Evita ponerte a la defensiva o justificarte demasiado rápido. Aceptar errores, si los hubo, es una muestra de madurez y responsabilidad. “Una vez un vecino vino a hacerme el reclamo por un paquete de papas vencido, pero venia muy enojado hasta que yo hablándole poco a poco pude calmarlo, pedirle disculpas y darle una solución” cuenta Doña Mireya, tendera del barrio Tercer Milenio.

Si la queja es válida, ofrece una solución clara y oportuna, puede ser un cambio del producto, una devolución del dinero o una explicación que deje tranquila a la persona. En otros casos, tal vez no sea posible resolver de inmediato, pero puedes comprometerte a verificar con el proveedor o revisar el inventario. También es clave registrar mentalmente o en una libreta los reclamos que recibas con frecuencia, para identificar patrones. Si varios clientes se quejan del mismo producto o proveedor, es hora de evaluar si vale la pena seguir ofreciendo ese artículo.

Por último, recuerda que tratar con respeto no significa dejarse maltratar. Si un cliente se torna agresivo o irrespeta tus límites, puedes pedir que se calme o invitarlo a conversar en otro momento. Tu seguridad y tu salud mental también importan. Atender bien una queja no solo resuelve un problema puntual, puede convertirse en una oportunidad para mostrar tu compromiso con la comunidad y el cariño que le pones a tu tienda.

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