El día a día de las tiendas están llenas de movimiento, clientes, productos y también de electrodomésticos funcionando sin parar, neveras, congeladores, balanzas, ventiladores, luces, cargadores, entre otros. Pero pocos se detienen a pensar que un mal uso de la electricidad puede representar un peligro silencioso y real. Por eso, es fundamental que los tenderos tomen medidas de precaución para evitar cortocircuitos, sobrecargas, incendios o descargas que puedan poner en riesgo la vida, el negocio y la comunidad.

Uno de los errores más comunes es sobrecargar los enchufes. Conectar varias neveras o aparatos eléctricos en una sola toma multiplica el riesgo de recalentamiento y chispazos. Lo recomendable es usar extensiones o multitomas certificadas y con protección contra sobrecargas. Además, se deben revisar periódicamente los cables, si están pelados, con cinta o chispas, es señal de alerta. Lo más seguro en esos casos es cambiar los elementos o llamar a un técnico calificado.

Otro aspecto clave es no improvisar instalaciones eléctricas. Muchos tenderos adaptan el local sin la ayuda de un electricista, haciendo conexiones peligrosas o dejando cables sueltos cerca de zonas húmedas. Esto es especialmente delicado en áreas donde se manipulan líquidos, como la nevera de lácteos o el lavamanos, la humedad y la electricidad no se mezclan. Por eso, toda conexión debe estar bien aislada y si se puede, instalar un interruptor general que ayude a cortar la energía en caso de emergencia.

También es importante apagar los electrodomésticos que no se usan, sobre todo en la noche. Dejar prendido o conectado el televisor, el horno o el cargador del celular innecesariamente, además de aumentar el recibo, puede convertirse en una fuente de riesgo y si hay un bajón de luz o una tormenta, lo mejor es desconectar los aparatos principales hasta que pase el peligro.

La tendera Elvia Rojas, del barrio La Florida, cuenta que tuvo un susto grande hace unos meses: “Una de las neveras empezó a botar chispas y se quemó el cable, gracias a Dios la apagamos a tiempo, pero el técnico nos dijo que fue por tener muchas cosas en un solo enchufe. Desde ahí mandamos a organizar bien todo y ahora vivimos más tranquilos”, afirma.

La electricidad es aliada del negocio, pero solo si se usa con cuidado, una tienda segura es una tienda que piensa en su gente y en su bienestar. No dejes para después una revisión oportuna. Si tienes dudas, pide orientación en la empresa de energía local o en tu junta comunal.