En los primeros meses de 2025 la economía colombiana ha mostrado señales de recuperación, aunque persisten desafíos estructurales que limitan su dinamismo. Durante el primer trimestre del presente año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia creció un 2.7% interanual, impulsado principalmente por el consumo de los hogares.

Este crecimiento fue liderado por sectores como la agricultura, el comercio y las actividades artísticas y de entretenimiento. Sin embargo, la inversión mostró debilidad y algunos sectores presentaron resultados mixtos. Las proyecciones para el año completo varían entre el 2.4% y el 2.9%, según diferentes entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y BBVA.

La inflación ha mostrado una tendencia a la baja, situándose en un 5.2% en 2024, acercándose al rango objetivo del Banco de la República. Se espera que continúe disminuyendo en 2025, aunque algunos componentes, como los precios de la vivienda y la energía, podrían mantener cierta rigidez. En respuesta a la disminución de la inflación, el Banco de la República ha iniciado un ciclo de reducción de tasas de interés, con una proyección de alcanzar el 7.75% para finales de 2025.

Inversión y sectores productivos

Se anticipa una recuperación significativa en la inversión fija, con un crecimiento proyectado del 5.1% en 2025. La inversión en maquinaria y equipo liderará este crecimiento, mientras que la construcción de vivienda ganará tracción en 2026. Sin embargo, sectores como la manufactura y la construcción enfrentan desafíos, incluyendo una baja confianza empresarial y problemas estructurales que limitan su desempeño.

Se proyecta que el déficit en cuenta corriente se amplíe en los próximos años, alcanzando el 2.7% del PIB en 2025, debido al crecimiento más rápido de las importaciones en comparación con las exportaciones. Las remesas, una fuente clave de ingresos externos, comenzarán a estabilizarse con un ligero ajuste a la baja. La inversión extranjera directa continuará financiando el desequilibrio externo, aunque con márgenes de cobertura más bajos.

A pesar de las señales positivas, la economía colombiana enfrenta riesgos significativos. La dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo alta y los esfuerzos por diversificar la economía han tenido avances limitados. Además, factores como la incertidumbre política, la inseguridad y las reformas estructurales pendientes continúan siendo obstáculos para un crecimiento sostenido.