En lo que va de 2025 los tenderos colombianos enfrentan un panorama económico desafiante debido al aumento sostenido de precios en diversos sectores. Aunque la inflación general muestra signos de moderación, ciertos productos clave para las tiendas de barrio han experimentado incrementos significativos, afectando tanto las ventas como la rentabilidad.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la inflación anual en abril de 2025 se ubicó en 5,16%, una disminución respecto al 7,16% registrado en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, esta cifra aún supera la meta del 3% establecida por el Banco de la República.

Entre enero y abril de 2025, la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 3,30%, ligeramente inferior al 3,34% del mismo periodo en 2024. Las divisiones que más contribuyeron a este comportamiento fueron alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, así como alimentos y bebidas no alcohólicas.

Algunos productos esenciales en las tiendas de barrio han experimentado alzas notables como las golosinas y ultraprocesados. Los precios de las golosinas aumentaron un 53,48% en comparación con 2024, debido en parte a un impuesto del 20% aplicado a productos ultraprocesados. Las bebidas azucaradas como las gaseosas registraron un incremento del 3,27% en enero de 2025 y los alimentos frescos como la cebolla presentaron aumentos significativos de (8,65%), papa (8,42%) y tomate (7,27%).

Estos incrementos han generado varios retos para los tenderos como la reducción en las ventas. El 82% de las tiendas de barrio reportaron que sus ventas disminuyeron o se mantuvieron sin cambios durante el último semestre de 2024, reflejando una crisis en el sector. Igualmente, el aumento de costos operativo en servicios públicos, arriendos y combustibles ha incrementado los gastos fijos de los negocios.

Para mitigar el impacto de estos aumentos, los tenderos pueden considerar diversificar la oferta al incluir productos de menor costo o marcas propias que atraigan a consumidores sensibles al precio. Optimizar inventarios monitoreando las ventas para evitar sobreabastecimiento de productos con baja rotación y fortalecer la relación con proveedores negociando mejores condiciones o buscar alternativas que ofrezcan precios más competitivos.

Finalmente, aunque la inflación del país en general muestra una tendencia a la baja, los tenderos deben mantenerse alertas y adaptativos ante los aumentos específicos en productos clave para sus negocios. Implementar estrategias proactivas puede ayudar a mantener la rentabilidad y la fidelidad de los clientes en tiempos económicos desafiantes.