Bicarbonato de sodio: El aliado oculto de la limpieza y la salud

En las estanterías de muchas tiendas de barrio en Neiva, hay un producto sencillo, económico y poderoso que sigue siendo un infaltable en los hogares: El bicarbonato de sodio.

No solo es útil para cocinar, sino también para limpiar, desinfectar, cuidar la salud bucal e incluso aliviar malestares estomacales. Por eso, varios tenderos de la ciudad aseguran que es uno de los productos mágicos más vendidos y recomendados. “La gente viene mucho por bicarbonato. Lo usan para el estómago, para limpiar la estufa, para quitar el mal olor de los zapatos y hasta para blanquear los dientes y como es baratico” cuenta Yoleidys Matute, tendera del barrio Las Américas, en la comuna ocho de Neiva.

Limpieza y desinfección natural

Según Droguerías Colsubsidio, el bicarbonato de sodio es un aliado indispensable para la salud y el hogar, gracias a sus propiedades antibacterianas y desodorantes. Se convierte en una solución eficaz, segura y asequible para la limpieza de superficies, utensilios de cocina y baños. Además, al ser un compuesto no tóxico, es ideal para hogares con niños o mascotas.

“Yo compro mucho las papeletas de bicarbonato para limpiar superficies en mi casa. Nunca está de más tener un poquito en la cocina, porque sirve para todo, desde desinfectar hasta quitar manchas o malos olores”, comenta Ana Valencia, ama de casa del barrio Nueva Granada.

Un truco para la salud que conecta generaciones

En muchos hogares huilenses, se ha transmitido de generación en generación el uso del bicarbonato como antiácido casero. Una pizca disuelta en agua puede aliviar la acidez o la pesadez estomacal, siempre y cuando no se abuse de su consumo.

Desde una óptica médica se advierte que su uso debe ser moderado y preferiblemente consultado con un profesional en casos de utilización frecuente. “Aunque es muy útil en pequeñas cantidades, el bicarbonato no reemplaza tratamientos médicos y en exceso puede provocar desequilibrios en el cuerpo”, aclara Karen Medina, enfermera de la ciudad de Neiva.

Además de su versatilidad, el bicarbonato representa algo más, la sabiduría popular que aún sobrevive en los barrios de Neiva. Son los tenderos quienes mantienen vivas esas recomendaciones de las abuelas, transmitiendo confianza a los clientes y acompañando la economía de las familias.

“Yo aprendí a usar bicarbonato con mi mamá y ahora cuando vienen las vecinas a comprar lo del aseo cansadas de que no les blanquee el baño o la nevera, yo les digo que lleven bicarbonato. Uno en la tienda no solo vende, también comparte saberes”, agrega Yoleidys Matute.

En un mundo lleno de productos industriales y publicidad costosa, el bicarbonato sigue demostrando que lo simple puede ser lo más efectivo. Y en cada tienda de barrio, hay un tendero o una tendera que lo recomienda con cariño y experiencia.

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